Se ha comenzado a contemplar el sistema nervioso como un tejido con propiedades mecánicas
que se ve influenciado por los movimientos del cuerpo y que a su vez es capaz de
influenciarlos. Un importante aspecto de esta aproximación es que la mecánica normal del
sistema nervioso permite la postura y los movimientos libres de dolor. Sin embargo en
presencia de una lesión del sistema nervioso, por compresión o irritación mediante sustancias
químicas, se generarán síntomas, desencadenados por actividades cotidianas que,
previamente a la lesión, no los provocaban.
Esta aproximación ha hecho que se considere al sistema nervioso como un tejido que puede
sufrir una disfunción mecánica de la misma forma que las articulaciones o músculos. Hay
síndromes, como el túnel carpiano, ciática y radiculopatía, en los que el causante de los
síntomas es el sistema nervioso.
Los síntomas que provoca el sistema nervioso son sensación de hormigueo, corriente
eléctrica y quemazón. También provoca pérdida o disminución tanto de la sensibilidad
como de la fuerza y de los reflejos osteo-tendinosos. En muchas ocasiones, el dolor es
muy parecido al dolor que genera un músculo o una articulación debido a los nervios
(nervo-nervorum) que envuelven al propio nervio.
Durante la exploración encontraremos respuestas fisiológicas y mecánicas anormales
producidas por las estructuras del sistema nervioso cuando el arco de movimiento normal y su
extensibilidad son puestas a prueba. También se realizará una exploración de los reflejos,
sensibilidad y fuerza.
La Fisioterapia va ayudar a controlar la sintomatología y a aliviar el dolor. El objetivo será
conseguir recuperar la mecánica y fisiología normal del sistema nervioso, mediante la
aplicación clínica de la neurodinámica. El uso de técnicas con una progresión gradual y
correcta permitirá al tejido neural mejorar su función.
Movilización Neural